Llamas, J.M.
4 de dic de 20192 min.
Actualizado: 18 de feb de 2021
Lo siento, pero no puedo evitar las arcadas que me produce saber que los señorones y señoronas responsables principales del daño infligido a nuestra casa común, la Tierra, se reúnen para ponerse morados y convertir la ecología en un producto de mercado ideológico mientras se ríen en nuestra puñetera cara.
Quizás esté equivocado. Vale. Pero ser ecologista, para mí, se parece más a esta canción que canta Juan Perro. Porque si nuestro hogar azul se fuera al carajo, algo que espero que evitemos que ocurra, esos imbéciles que nos gobiernan serían los primeros en poner pezuñas en polvorosa en una nave estelar. Así que tú y yo, que nos vamos a quedar aquí, podríamos empezar a vivir como si después de nosotros tuvieran que morar aquí los que vengan detrás, porque es justo lo que va a pasar.
Y ya de camino podemos pasarnos por el arco del triunfo lo que nos digan los magnates que se limpian los dientes con nuestros huesos después de una comilona en la Cumbre del Clima.
Letra
En una nave estelar
va la quimera del hombre,
derecha a ningún lugar.
Estoy pensando en buscar
algún planeta habitable,
porque el aire respirable
está empezando a faltar…
Se funde el hielo polar,
la mar sube amenazante,
ni gota de carburante
queda en el hondo subsuelo…
¡Qué tomadura de pelo!
No hay futuro por delante.
En una nave estelar
va la quimera del hombre,
derecha a ningún lugar.
Andamos narcotizados,
la gente no duerme quieta.
Como un limón el planeta
exprimen los potentados:
parecen muy empeñados
en dar a la humanidad
un grado de libertad
que no lo alcanza un cohete,
y así pagarse el billete
hacia la inmortalidad…
En una nave estelar
va la quimera del hombre,
derecha a ningún lugar.
Dios de la tecnología,
me estoy quedando perplejo.
No quiero llegar a viejo
con esta duda sombría:
me pregunto si algún día
los técnicos de la Nasa
para saber lo que pasa
no inventarán un pasaje
en que se termine el viaje
antes de salir de casa…
No quiero viajar
en una nave estelar:
con los pies sobre la tierra
quiero estar.
No quiero viajar
en una nave estelar:
a la sombra de una higuera
una siesta voy a echar.
En una nave estelar
va la quimera del hombre,
derecha a ningún lugar.