top of page

«Los Afortunados», de Viva Suecia

  • Foto del escritor: Llamas, J.M.
    Llamas, J.M.
  • 11 oct
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 12 oct



Aquí tienes una canción de amor. De amor verdadero, del que dura para siempre, infinito, como un momento eterno.


Este grupo de rock de Murcia, que ha bebido de las fuentes de Second, que tantos ríos de agua clara y cristalina han provocado, nos ofrece pinceladas con claves que suenan a Evangelio, aunque ellos no tienen muy claro si Dios existe o no. En fin: no hay duda de que los hilos trascendentes se les escapan por cada verso de este himno que recuerda a U2, Simple Minds u otras grandes bandas que hicieron algunos de los mejores cánticos que nos hemos desgañitado repitiendo, a una voz, en estadios o en salas, que igual da cuando el rock llama a la puerta del alma.


Por ahí se dice que «hoy el amor no dura». Y no voy a ser yo quien lo niegue, porque en verdad esa frase puede ser incluso positiva, si lo que acaba es una historia de violencia, manipulación y abuso, como algunas de las que yo, y tanta gente, hemos sido testigos, a veces con atroz impotencia. Pero también sigue habiendo experiencias parecidas a la que describe Viva Suecia, de gente que se ayuda a llevar las cruces, que se ha amado desde antes de nacer y se ha encontrado a pesar de todo, entre multitudes anónimas, con una libertad que contagia, que comunica felicidad con su sola presencia y no se deja vencer por nada ni nadie. Amantes que son, en definitiva, reflejo de un Amor Infinito que nos espera más allá de todo, y que nos ha amado, nos ama y nos amará por encima de todo, abrazándonos con una misericordia sin medida.


Letra


Nací para esperar

a que existieras tú,

y fueras a bajar

mi cuerpo de la cruz.


Y empiezas a cantar,

y mi mejor virtud

es que encontré tu hogar

entre la multitud.


No tengo palabras:

oigo tu voz hasta cuando te callas.

Y cuando llegue el momento

serás más libre que yo.


Nací para esperar

a que existieras tú,

y fueras a bajar

mi cuerpo de la cruz.


Y empiezas a cantar,

y mi mejor virtud

es que encontré tu hogar

entre la multitud.


El músculo entero

latiendo como en su día de estreno;

los afortunados

que se rodean de ti.


Nací para esperar

a que existieras tú,

y fueras a bajar

mi cuerpo de la cruz.


Y empiezas a cantar,

y mi mejor virtud

es que encontré tu hogar

entre la multitud.


Cuando nos calma,

cuando nos duele...

(Gente mirando, gente mirando)


Cuando nos salvan,

cuando no pueden...


Cuando nos dejan,

cuando nos mienten...

(Gente mirando, gente mirando)


Cuando nos matan,

cuando nos quieren...

Comentarios


Málaga, España

SÍGUEME...

  • Facebook - White Circle
  • LinkedIn - White Circle
  • Twitter - White Circle
  • YouTube - White Circle
bottom of page