
Si quieres descargarte el poema en formato de libro electrónico (.epub), haz clic aquà debajo.
Mordiste, y alzaste la cabeza creyendo que era tu enemigo. Huiste, adentro en la espesura, mostrando el alma oscura, envuelta en pieles de destierro. Yo estaba ya en camino, buscándote para que me encontraras, amándote para que me buscaras. Miraste, y empuñaste el arma creyendo que era tu adversario. Huiste, queriendo borrar gritos, las manos escondiendo, guardiana convertida en asesino. Yo seguÃa en camino, buscándote para que me encontraras, amándote para que me buscaras. Erraste, te volviste esclava, creyendo que anhelaba ser tu amo. Huiste, vagando por desiertos, bebiendo en pozos secos, olvidando que te habÃa liberado. Yo te ofrecà mis manos, buscándote para que me encontraras, amándote para que me buscaras. Creciste, rebosando orgullo, creyendo que eras más que el resto. Huiste, mirándote en espejos, secando tierra y cielo, convirtiendo mi JardÃn en un infierno. Yo me hice pequeño, tomé tu carne, habité tus huesos, te encontré para que me buscaras, morà por ti para que amaras.