(Lc. 6,20-23).
Pobres servidores de los que ahora son pobres,
hambrientos siervos de los que ahora pasan hambre,
miserables que lloran con los que ahora lloran,
odiados y excluidos, insultados y proscritos como infames
por los ricos, los hartos, los que ríen, los honorables:
nuestro es el reino de Dios,
nuestro es el ser saciados,
nuestra es la risa,
bajo su timón navegamos.
¡El Proscrito nos convoca, su Bandera ondea alta!
¡Despleguemos velas! ¡Soltemos las amarras!
¡Boguemos mar adentro, presentemos batalla!