
El pueblo camina ya en las tinieblas
sin una luz, sin paz, sin esperanza.
Ocasos tenebrosos nos alcanzan,
futuros palidecen entre nieblas.
La salvación que se anunciaba a gritos
de soberbio progreso sin descanso
ha callado, muda por el espanto,
y solo queda el eco de su mito.
Es noche oscura, pero tú nos guías
iluminando siempre en el camino
con el quinqué encendido de tu vida,
al pie de aquella cruz de Amor divino
que fue nuestra Salud, Madre, María,
Mujer que nos donaste el mejor Vino.
Comments