Hoy traemos hasta aquí a Frank Capra, uno de los mejores directores de la historia del cine. Con un profundo sentido cristiano, una capacidad narrativa extraordinaria y una imaginación desbordante, sus películas no han perdido un ápice de actualidad. Su título en inglés hace referencia a una parábola del Evangelio: “You can’t take it with you” (no te podrás llevar -tu dinero- contigo).
Lo que cuenta. En esta cinta nos encontramos con la familia Sycamore, cuyo patriarca, el abuelo Vanderhoff, ha conseguido crear un hogar en el que cada uno vive según su vocación, como “Lirios del campo”. El problema llega cuando su nieta, Alice, se enamora de Tony Kirby, el hijo de un empresario sin escrúpulos que quiere hacerse con el barrio donde habitan los Sycamore. ¿Quién es el único vecino que no está dispuesto a vender su casa? Correcto: el abuelo Vanderhoff.
Sus valores son incontables: la alegría, la paz, la vocación, el servicio a los últimos, el amor, la familia, la fraternidad, la lucha contra las ideologías, la esperanza, la búsqueda de sentido en la vida, el absurdo de la riqueza, la posibilidad de conversión de todos, incluso de los ricos...