Una de esas canciones desconocidas de U2, y una de las mejores. Una profunda oración, en mitad de la crisis de occidente, con la impresionante voz de Johnny Cash. No se puede pedir más.
Un errante caminando por las afueras de una sociedad que ya no da más de sí, entre calles pavimentadas de oro, ciudades sin alma, bombas atómicas, hijos que abandonan a sus padres o gente que quiere un reino de los Cielos sin Dios.
Un viajero que solo lleva con él el pensamiento del Tú eterno, la Biblia y un revólver, buscando a Dios. Un nuevo San Pablo que nos invita a transitar, sin seguridades, los vericuetos de esta época después de la postmodernidad.
Letra.
Salí a pasear,
por las calles pavimentadas de oro.
Levanté algunas piedras,
vi la piel y los huesos
de una ciudad sin alma.
Salí a pasear,
bajo un cielo atómico
donde el suelo no se moverá,
y la lluvia arde,
como las lágrimas cuando dije adiós.
Sí, me fui sin nada,
nada salvo tu pensamiento.
Me marché errando...
Me fui a la deriva,
por las capitales de hojalata,
donde los hombres no pueden andar,
ni hablar libremente,
y los hijos abandonan a los padres.
Paré fuera de una iglesia,
donde a los ciudadanos les gustaba sentarse.
Decían que querían el Reino de los Cielos,
pero no querían a Dios en él.
Salí a cabalgar,
por esa vieja autopista de ocho carriles.
Pasé por miles de señales,
buscando mi propio nombre.
Salí sin nada,
salvo la idea de que tú estuvieses allí también.
Buscándote.
Fui allí,
buscando experiencia,
para probar y tocar,
y sentir tanto como
un hombre pueda
antes de arrepentirse.
Salí buscando,
buscando un buen hombre.
Un espíritu que no se doblase o rompiese,
que pudiese sentarse a la derecha del Padre.
Salí a pasear,
con una biblia y un revólver.
La palabra de Dios descansaba con fuerza en mi corazón.
Estaba seguro de ser el único.
Ahora, Jesús, no esperes más.
Jesús, estaré pronto en casa.
Sí, salí a por los periódicos.
Le dije a ella que estaría de vuelta al anochecer.
Sí, me fui sin nada,
excepto la idea de que estuvieses allí también.
Buscándote.
Sí, me fui sin nada,
nada salvo tu pensamiento.
Me marché errando...