(Basado en un guion de la Coordinadora de Infancia de ACG Málaga para la convivencia de Cuaresma 2021)
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Los piratas se alegraron mucho después de encontrar el primer cofre, pero no hicieron fiesta porque todavía les quedaba una larga travesía. Pusieron rumbo a otro lugar ignoto, rara vez atravesado por la quilla de ninguna embarcación.
Después de una semana, el vigía que permanecía ojo avizor en lo más alto del mástil de mesana gritó:
- ¡Tierra! ¡Tierra a la vista! ¡Qué digo, tierra: pedazo de montaña!
El capitán Marcos cogió su catalejo y divisó la cumbre, entre nubes, de la Isla Montañosa. Desembarcaron junto a un arrecife, se separaron en pequeños grupos y buscaron la señal. Después de un rato, uno de los piratas, menudo de estatura y con una larguísima nariz, dijo:
- ¡La he olido! ¡Aquí está!
Se acercaron todos, y vieron, bajo una roca, un cartel triangular con unas tiendas de campaña dibujadas en su interior, y un triángulo encima de las tiendas.
El capitán Marcos, después de rascarse la barbilla durante un tiempo, exclamó:
- ¡Vamos a la cima del monte!
Llegaron y descubrieron, embelesados, un pequeño bosquecillo de fuentes cantarinas. El menudo pirata de la nariz aguileñísima dijo:
- ¡Qué bien se está aquí! ¡Hagamos las tres tiendas del dibujo!
Estaba claro que no sabía lo que estaba diciendo. Buscaron el cofre, y lo encontraron entre las raíces de un gran roble robusto. Lo trasladaron, como la vez anterior, a la goleta, lo abrieron y encontraron otro cartel. Las letras aparecían, nuevamente, como desdibujadas. Al acercar la señal, se divisó esta palabra:
ESCUCHA.
- ¡Adelante, mis valientes! -animó el capitán Marcos- ¡Todavía nos queda más de un cofre que descubrir! ¡El tesoro será nuestro!
(El próximo domingo 7 de marzo nuestro rumbo será la tercera isla: «La Isla del Náufrago»)